Este cortijo, a diferencia de otros, mantiene la imagen original de la tipología andaluza. Son todavía visibles los establos, que no han sido reconvertidos, el patio y la dependencia. La estructura, los materiales y la decoración interior respetan el estilo tradicional. El origen agrícola de la edificación se ve reforzado por el emplazamiento en terreno rústico libre de edificaciones cercanas y con la típica orografía escarpada de la comarca de Cuevas del Almanzora.