Este cortijo en fase de terminación de obra tiene un emplazamiento singular sobre el cañón del Aguas,
un río costero almeriense que nace en la sierra de Los Filabres y desemboca al mar en la costa de Mojácar.
La vivienda se desarrolla en un único nivel, con acceso a un amplio solarium panorámico.
El salón está orientado hacia el acantilado con amplios ventanales y carpintería artesanal a medida.
La orografía accidentada del terreno, que es parte importante del encanto de esta parcela, permite aún así un jardín y una pequeña piscina de obra.